El sistema educativo valora más la capacidad de MEMORIZACIÓN que la INTELIGENCIA. En clase vale más un alumno que aprenda de memoria que el que de verdad asimila y comprende la información. ¿No habría que hacer personas con pensamiento crítico en vez de aburridos loros repetidores? ¿Qué es lo que conseguimos así, entonces? PERSONAS ROBOTS. PERSONAS MECÁNICAS que no piensan por sí mismas; son seres reproductoras de esquemas. Los alumnos tienen miedo de fracasar porque no les dejamos expresarse con libertad; no les dejamos llevar a cabo sus ideas. El docente corta las alas del alumno (ésto fue dicho por uno de mis profesores). Da miedo con sólo pensarlo.
De esta manera, las personas creativas siempre vamos un paso más allá que el resto; somos como personas visionarias y necesitamos llevar a cabo nuestras ideas para crear. Lo que ocurre es que el PROCESO CREATIVO es extremadamente largo y se producen visiones, algo así como saltos en el tiempo a un ritmo vertiginoso, por lo que el creador necesita TIEMPO para llevar a cabo su creación. Ésto no lo entiende el sistema educativo, por eso hay niños que parecen más distraídos o lentos al resto de la clase, pues son diferentes a los demás niños, aunque con un potencial muy elevado de imaginación y de creatividad. Del profesorado depende estimular a esos pequeños genios.
Algo parecido le pasa a mi primo Alfonso. Os dejo la entrevista que le ha hecho Gabriel Fesser en El Intermedio.
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