-¿Te imaginas que los aviones fueran estrellas fugaces en el cielo?
-Eso no puede ser -contestó él.
-Claro que sí. La imaginación no tiene límites.
-Yo escucho los que otros no pueden oír.
-¿Sí? ¿Y qué es?
-La melodía de los copos al caer.
Ya sabes mi opinión... Hermoso *.*
ResponderEliminarMuchas gracias Tony!! :)
ResponderEliminarPreciosos microdiálogos: Dos auténticas perlas poéticas. El primero me ha traído a la memoria este otro de mi hijo Alfonso:
ResponderEliminarhttp://riografia.blogspot.com.es/2011/02/cuando-el-cielo-es-el-suelo.html
Besos, Patricia
Gracias de nuevo por tus comentarios. He leído el de tu hijo Alfonso y me ha parecido muy bonito.
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