30 nov 2012

El semidiós

Cómo somos los humanos.
Nos creemos fuertes, pero, sin embargo,
 nos debilitamos a la más mínima:
Al caernos la lluvia,
el frío,
la nieve.
 Pero tú no.
Eres un semidiós.


28 nov 2012

28/11/12

Siempre hay una situación en la que los personajes de los cuentos sienten que no pueden seguir; que no pueden continuar y cumplir su destino.

Pero entonces, algo o alquien aparece para darles ese empujón y ayudarles en su misión.

Ojalá la vida real fuera una novela.







-Si no puedes con el enemigo, únete a él.
-¡Ni pensarlo! Nunca me van a gustar las matemáticas.


22 nov 2012

Sombras en la oscuridad

Mira, ya es de noche.
Van a aparecer formas extrañas
en tu ventana, en tu casa.
Debajo de tu cama.
Esas siluetas que, al mirarlas, te asustan.
¿Qué es ese reflejo? 
¿Y esa luz azul que parpadea?
 No los mires. Pide un deseo y cierra los ojos.
Pasa. Corre. Ellos ya no te pueden ver.
No te volverán a asustar.
Frío.
Sigue adelante. Llega a tu destino.
No te asustes. Ya estás a salvo.


20 nov 2012

¿Tú mientes?

Si a Pinocho le crece la nariz cada vez que miente,
 entonces, ¿qué les pasa a los escritores? Ellos mienten cuando escriben; 
mienten todo el tiempo. 
 

17 nov 2012

Cuando te llega una idea

Hay muchas ideas en el mundo.
Muchas ideas en una misma persona.
¿Qué es ese clic que sientes en la cabeza
cuando una idea nueva te llega?
¿Cómo sabes que es la idea elegida?
¿Cómo sabes cuándo tienes que empezar a escribirla?


8 nov 2012

-¿Te imaginas que los aviones fueran estrellas fugaces en el cielo?
-Eso no puede ser -contestó él.
-Claro que sí. La imaginación no tiene límites.






-Yo escucho los que otros no pueden oír.
-¿Sí? ¿Y qué es?
-La melodía de los copos al caer.


7 nov 2012

El mar de óleo

La clase olía a pintura, y las persianas, bajadas, impedían que entraran los rayos del sol.
-Así es mejor -repetía una y otra vez el viejo profesor Sombra.-En la oscuridad sacaréis toda vuestra creatividad.
A los niños no les gustaba el extraño método que tenía su profesor de explicar. Es más, se dormían con la luz apagada. Pero Luz, que siempre había sido un niño muy creativo, cerraba los ojos, se concentraba en lo que quería ver, y lo pintaba. Él estaba muy a gusto en esa clase de Creación Artística, porque siempre tenía la mente en un estado de relajación y sueño, justo lo que necesitaba para crear lo que se imaginaba.
Luz era un niño muy callado y observador, pendiente de cualquier ruido o de pequeños detalles que le asaltaban. Cuando el profesor Sombra les apagó las luces y todos estuvieron en silencio, Luz apretó los puños, cerró los ojos y se concentró en imaginar. 
Cuando llevaba medio minuto, se dio cuenta de que no podía concentrarse: algo le estaba molestando... Pero no se giró ni abrió los ojos; sólo los apretó aún más. Y empezó a escuchar un glup constante que le ponía nervioso. Se removió en la silla, echándose las manos a la cabeza y sujetándose el flequillo con fuerza. 
Glup. Glup. Glup.
El sonido del agua no paraba de caer al lavabo, y justo entonces, fue cuando en pocos segundos, le vino una idea a la cabeza. Rápidamente, cogió su pincel mágico y empezó a dibujar en el aire un barquito sobre algo azul y espeso parecido al óleo.
Todos lo miraban impacientes para ver lo que iba a hacer:
Un barco sobre un mar de óleo, en el que viajaban todos sus compañeros.
 Una vez más, la creatividad de Luz volvió a sorprender a su profesor, y éste decidió, como recompensa, que todos viajaran de verdad en la pintura que había creado el niño.



6 nov 2012

Pinto mucho y escribo poco.
Pienso con colores;
 se me olvidan las palabras.

Duermo poco y sueño mucho.
Apenas hablo, pero escucho.
Tú quieres hablar; yo imaginar.

La historia acabará cuando
caiga la última estrella.
Entonces podrás pedir tu deseo.

Esto se acaba ya,
oigo el tic tac
y huelo a café
sobre el mar celeste.